FRUTICULTURA INTEGRADA
Hasta mediados del siglo pasado la producción en agricultura se hacía de una forma natural, es decir se utilizaban productos y técnicas que prácticamente no habían evolucionado desde los romanos que fueron los que revolucionaron la agricultura.
La verdadera evolución vino a mediados del siglo XX, cuando las ciencias se desarrollaron de una forma rápida. Esto favoreció la demanda de productos agrícolas para alimentar a una población cada vez más numerosa.
Las técnicas que se usaban en agricultura no eran capaces de satisfacer la demanda de alimentos que pedía la población, las cosechas se perdían por culpa de las plagas. Estas plagas y enfermedades no surgieron de repente, siempre existieron, pero al intensificar las producciones las plagas y enfermedades se dispersaron porque sus enemigos naturales no fueron capaces de controlarlas, aunque el hombre ha tenido la culpa muchas veces de que las plagas se propagasen por todo el planeta. Sirva como ejemplo la humilde patata y el escarabajo.
Al decir enemigos naturales quiero decir que toda plaga tiene depredadores o controladores naturales que los mantienen dentro de unos límites donde los daños que producen son aceptables económicamente. También hay que aclarar que plaga es algo ocasionado por insectos, ácaros, etc., es decir por representantes del reino animal, sin embargo la enfermedad es un trastorno ocasionado por hongos, virus, bacterias, etc. que pertenece a distintos reinos.
Aproximadamente a mediados del siglo XX la química, al igual que otras ciencias, evolucionó muy rápidamente y se consiguieron productos de síntesis (conseguidos en laboratorio), esto en un principio se pensó que sería la "panacea" puesto que controlaba todas estas plagas y enfermedades, pero ocurrió que no sólo mató lo malo, sino que también lo bueno, es decir los enemigos naturales de las plagas y de las enfermedades (los amigos de los agricultores). Surgieron resistencias a estos productos y cada vez los productos eran más fuertes, hasta que al final por muy fuertes que fuesen los productos ya no causaban el efecto deseado. No solamente fue esto sino que lo mismo que se utilizaban productos novedosos para combatir las plagas también se empezaron a utilizar masivamente abonos químicos consiguiendo la contaminación de acuíferos con nitrógeno y bloquear los suelos con los demás elementos.
Se utilizaban masivamente herbicidas residuales que trajo como consecuencia la desaparición de la fauna y flora del terreno llegando a la esterilización del mismo. Se usaron herramientas agrícolas (aperos) cada vez más grandes y con más frecuencia llegando así a una erosión alarmante. Como consecuencia de todo esto los alimentos llegaron a tener unos residuos de todos estos productos tan altos que eran inaceptables para la vida de cualquier individuo.
Al llegar a este punto a la agricultura no le queda más remedio que volver la vista hacia atrás y preguntarse qué es lo que esta fallando. Entonces se pusieron en práctica dos formas de producir alimentos que no fuese la técnica convencional de la que hemos hablado. Una es la producción ecológica que es la que se venía haciendo desde siempre hasta la mitad del siglo pasado, pero que de una forma rentable sólo se puede hacer en ciertos cultivos y que con los conocimientos actuales no puede satisfacer las necesidades de alimentos de la población.
La otra es la de la producción integrada que es un término medio entre la producción ecológica y la producción convencional. En esta producción se pueden utilizar todos los productos naturales y los de síntesis más respetuosos posible con la naturaleza. Las materias activas, o lo que es lo mismo, las materias con que están hechos los productos, solamente se pueden usar las más suaves y las que actúan sobre la plaga o enfermedad que se desea controlar. Está prohibido usar los productos "mata todo". Se utilizan los umbrales de tratamiento, esto es: que a partir de un cierto nivel de plaga o de enfermedad se puede actuar con productos autorizados; este umbral de tratamiento se fija como el nivel a partir del cual el coste de tratamiento es menor que el daño que ocasiona la plaga o enfermedad. En producción integrada los abonados no pueden pasar de ciertas unidades fertilizantes por hectárea que se fijan por cada elemento y para cada cultivo. Los herbicidas tienen que ser de contacto* y no residuales*. El mantenimiento del suelo tiene que ser "el no laboreo" para evitar la erosión. Las plantas tienen que estar lo más adaptadas posible a la zona donde se cultivan porque requieren menos cuidado. La recolección tiene que ser cuidadosa y la conservación post-cosecha ha de ser hecha con técnicas de frío que controlan los gases que desprenden los frutos sin utilizar productos químicos.
Como conclusión decir a los consumidores que tenemos que ser menos exigentes en el aspecto de los alimentos y primar el sabor y la seguridad alimentaria. Desconfíen de esas frutas inmaculadas, perfecta a la vista, eso solo hay una forma de hacerlo y es empleando químicos en cantidades poco sostenibles.
NO OLVIDEN QUE LOS ALIMENTOS SON PARA COMERLOS, el tomate tiene que saber a tomate, el melocotón a melocotón, la pera a pera, etc., etc., etc.
SALUDOS Y DISFRUTEN DE LOS ALIMENTOS NATURALES (de verdad).
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